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El caos y el orden
Por: Larry J. Gonzáles
Artista visual.


Piezas Intermedias / 2006 / Para más información sobre esta obra: Click aquí!


La noción del espacio expositivo como un todo único podría  ser el primer llamado de atención sobre Piezas Intermedias de la artista Yeny Casanueva (Galería El Guerrero, La Habana. Esta vez la obra de Yeny se configura a partir de posibles diálogos que se pueden establecer entre sus objetos y el espacio que los soporta. La artista empapela las paredes y parte del techo de la galería logrando transmutar la variante espacial hacia el entorno de una supuesta maqueta. Servirse de toda la posibilidad que le brinda el medio galerístico - incluidos varios módulos de la propia galería que podrían tener como fin la posible ubicación de esculturas o algún tipo de instalación - permite que el recorrido por Piezas Intermedias vaya más allá del sentido total a la hora de utilizar  el espacio. La noción de totalidad también se instaura sobre conceptos propios de la obra de la artista. 

Convertir las paredes empapeladas en soportes para documentaciones de piezas anteriores o para  objetos que se reutilizan en cada recreación de un nuevo y caótico ambiente de la artista, hace pensar en la obra como un bosquejo o especie de recorrido por hasta lo ahora expuesto; una manera de integrar fotos como piezas intermedias u objetos que han quedado a medio camino entre lo que nunca salió a exhibirse fuera de los talleres del ISA y la nueva carga que ahora se les imprime al reutilizarlos. Yeny se ha servido de estos objetos como una especie de materia prima, de la que llega a anular la significación primaria que tuvieron como obra conclusa: los vaciados en cristal de juguetes de la infancia, moldes de una escultura que recogió de los pasillos del ISA y que en textura pudiera dialogar con la osamenta de una cabeza de cocodrilo que pende de la pared,  el vaciado en yeso de una flor que absorbe vino de un recipiente,  y a su vez la relación entre el vino y la estela de papel rojo que nace del techo para sugerir la multiplicidad del espacio. También una luz más allá del techo.  

Aún cuando los ambientes de Yeny se recorren hasta un punto determinado, siempre está la sensación de lo continuo, la idea de que la pieza puede seguir generándose ante la imantación de otros posibles objetos (la pieza de la expo Elemental Watson ( Ni muy Lobo ni muy Caperucta) en Galería L o su tesis de graduación del ISA expuesta en el Salón Blanco de San Francisco de Asís) 

Aunque son obras que están lejos de ser concebidas bajo la esencia del work-in-progress: donde el sentido de una determinada idea se afinca sobre el proceso continuo e ¨infinito¨  de una obra  extensiva en el tiempo, uno siente que el proceso para la artista es tan vital como la noción conclusa de sus piezas. El proceso entendido como una manera de refuncionalizar objetos o las visiones documentadas de otras exposiciones que se oxigenan sobre la base de un nuevo discurso. 

Esta vez, la obra de Yeny ha estado más cerca de un orden aparente que del posible caos que engarza la visualidad de sus grandes instalaciones. Aún cuando la artista concibe maquetas y tiene un orden prefijado para lo que parece expuesto por naturaleza aleatoria,  al final impone la caoticidad como resultante. 

Esta vez, la unificación del espacio a través de la atmósfera que crea con los dibujos sobre el papel y la relación entre las documentaciones y los objetos, hacen que la galería venga a ser un modo ¨ordenado¨ de pensar sus piezas intermedias. Maneras de dialogar desde el arte con la propia obra. Luego, cargar con sus objetos al taller. Hasta que posiblemente vuelva a irrumpir el caos.