No hay tregua.
Proyecto: Referencias territoriales


King Shangó & San Pedro en el boicot.
Proyecto Referencias territoriales

Por: Frency Fernández

Crítico de arte y curador.


No hay tregua / 2008 / Para más información sobre esta obra: Click aquí!
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No requirió esfuerzo dejar a medio camino de sus aparentes intereses a la muestra REFERENCIAS TERRITORIALES. Truenos, nubes y lluvia sirvieron de simples “agentes” para desconectarla y desmantelarla en uno de sus enclaves críticos: el muelle 3 de la Avenida del puerto habanero.

Instalaciones, piezas escultóricas, algunas pictóricas, imágenes fotográficas y videoproyecciones de veinte y cinco artistas autodenominados artistas cubanos independientes, cualificados como emergentes y experimentales, la inauguraban el 5 de agosto. Varios leímos una nota enviada electrónica con estos datos, subrayando el sentido sorpresivo de la intervención luego de dos exitosas experiencias anteriores.

Casualmente el 22 de noviembre de 2007, cuando se abría el primer éxito, MARINA 255, en el edificio de Humboldt y Malecón, la Fundación Habana Club presentaba la línea postsoviética de Stolichnaya para bitongos, pijos, niños bien, gerentes, dirigentes corporativos, esposas o amantes, nuevos ricos y unos pocos artistas de la entonces también semicensurada muestra VOSTOK. MARINA 255 transcurrió entre sencillos pero perspicaces vecinos que acogían la muestra con ese placer de ser parte de un suceso artístico inusual dentro de sus monótonas vidas. La segunda, INFORMACIÓN DESPLAZADA, aconteció el 29 de enero de 2008 en el parque de Calzada y C del Vedado. Un día después de conmemorarse el natalicio de ese símbolo nacional, márti-r sagrado y presunto precursor de lo bueno y lo malo de este proyecto de nación cubana (y pobre quien se atreviera a emplazar una muestra como esa en tal onomástico). Días antes el parque había sido plaza de protesta de algunos llamados disidentes, con la UNESCO en una esquina, el Teatro Amadeo Roldán en otra, frente al parque la familia Menocal de Nina la galerista; y en la barriada personas con problemas de vivienda, constructivos o de salubridad y déficit de agua común.

Ahora con otra conmemoración: el “día de los hijos de la Patria”, REFERENCIAS… volvió a padecer la maldita circunstancia territorial con el agua contaminada de hidrocarburos por todas partes.

En inicio la idea, aunque todo queda nebuloso por sus creadores, pues unos no recuerdan, otros callan y algunos pocos lo afirman, centraba la disposición de las obras más objetuales e instalativas en un diálogo simbólico con el mar (como parece aseverar la obra de Jaque y tímidamente otras, como la de Yeni Casanueva). El plato suculento lo constituía más el emplazamiento, con andamios metálicos, escaleras, alquiler de luces cenitales, equipamiento de sonido y proyecciones. Como una mise en scène dada por ambientes de luces enfatizando obras en un espacio algo tenebrista, de efectismos barrocos, recargado por lo derruido, tan derruido como casi todo.

Más allá del muelle marítimo todo es vigilado por policías, custodios, cámaras panópticas. Sólo sentarse en esos muelles es igual a mostrar la identidad personal a un policía, no siempre con muy buenas formas. Y todos, todos sabemos que en las cercanías de agosto pesa el fantasma de aquel 1994 como si resurgiera para servir a algún acto cívico.
Todos estos elementos agregaban a REFERENCIAS TERRITORIALES aires interesantes, con el riesgo de jugar en un espacio peculiar, que requiere ser aguzado en términos de arte, en términos “museográficos”, para negociar o imponer un concepto visual que, aunque heterogéneo, creara una suerte de gran obra.

Las REFERENCIAS… son ambiguas: la intervención no fue en lo absoluto sorpresiva, los artistas llevaban tres días bajo el sol y montando el tinglado, se habían entregado cartas a niveles institucionales, incluyendo la Seguridad del Estado, pero como en todo estado burocrático, y ante nuestra incultura legislativa promedio, algo faltó finalmente: se aduce que una instancia de la Capitanía de la bahía y el argumento de peligro estructural del muelle –historia que hemos escuchado antes y casi creemos pero siempre le sigue un policía y una patrulla con no muy buen rostro. En el fondo, como el arte mismo, la transparencia de la realidad es una ilusión que un artista debe saber olisquear casi paranoicamente. Porque no debemos pecar de tanta ingenuidad operativa: ya ha habido demasiados ejemplos.
Y podemos considerar sospechosa la intención, que recuerda a veces el querer epatar, necesitar del escándalo bajo esa idea de que la censura legitima aunque se le tilde de “extra-artístico” la obra sea un panfleto. Detrás, la amnesia de los mismos artistas. Sí, han pasado veinte años desde los ochenta, pero algunos en REFERENCIAS TERRITORIALES no parecen saberlo. Unos pocos de ellos lo tienen como “referencia” pero el resultado general nos conduce a obras harto elementales, ejercicios de clase de aquellas escuelas de arte de nivel elemental de los mismos ochenta. Por otro lado una ambigüedad antes referida. Como querer pulsar la cadena pero no agarrar al mono.

Pudiera considerarse mayor sospecha cuando se conoce la postura de algunos de los participantes de …TERRITORIALES, dados a cierto oportunismo y algo vacíos creativamente, que tal vez hable del por qué no son legitimados por la supuesta oficialidad y se escudan en un status “independiente” que también pudiéramos revisar –en estos casos siempre hay alguien tras bambalinas, y el mero hecho de tocar instituciones en una sociedad piramidal desacredita tal posición.

En Cuba no es clara la alternatividad, es elástico lo “emergente” y mucho se desdibuja con ese otro saco de lo oficialista. Son sacos conectados, convenientes membretes de presentación. Conocemos artistas posicionados en bienales, becas y galerías internacionales que han sido “no oficialistas” y otros tan importantes dentro de lo realmente contemporáneo que no lo son absolutamente y sí disienten simbólica y expresivamente. Sin caer en los clichés de lo identitario –ya en crisis para bien y mal– o en esa zona imprecisa y hasta mal facturada bajo la impostura de “lo procesual” y lo falso experimental; por vacío.
Al final REFERENCIAS TERRITORIALES, reafirma una triste realidad del arte, social y económica, que constantemente solemos desgastarnos en empresas que resultan insulsas, aunque unos cuantos ignorantes se las crean dentro de un carnaval de máscaras que ocultan sus ganas de subir.

Frency. La Habana, 13 de agosto de 2008.



1. La lista es extensa, sólo se nombrarán algunos artistas, según lo sintomático de sus obras en función del espíritu del texto. Mas todos son los siguientes: Adriana Arronte, Alejandro González, Carlos Lama, Carlos Caballero, Darlyn Delgado, Elizabeth Cerviño, Francisco Espinosa (Paco), Gustavo Del Valle, Irvin Vera, Jairo Gutiérrez, José Eduardo Jaque, Jorge Luis Del Valle, Katia Olver, Lester Álvarez, Michel  Pérez (Pollo), Osvaldo González, Raunel González, Rodolfo Peraza (Fito), Raychel Carrión, Yenyeski  Bernal, Yeny Casanueva, Yordanys Jiménez (Pipo), Yunior Acosta (Yimi) y Yornel Martínez (Chino).

2. Los policías y autoridades presentes, ante más de doscientas personas, claro está, se dirigieron con cierto cuidado y hasta uno de ellos leyó poemas suyos.

3. Estas adjetivaciones daban una aureola triunfalista que puede leerse como presuntuoso.

4. El 5 de agosto de 1994 fue hundida por autoridades cubanas una de las lanchas que emigraban –con secuestradores, sí, mas también con familias y menores de edad– provocando varias muertes.

5. Hablando de oportunismos, el grupo teatral El Ciervo Encantado irrumpió con una performance no incluida en la muestra que resultaba más teatral que plástica: como “broche de oro”.