Mixta sobre lienzo
200 x 130 CM
Estoy dividida. Una parte de mi pensamiento estético gira en torno a la abstracción geométrica y otra sigue anclada a la figuración, al principio de todo, recuerdo mis deseos de pintar al principio, mis primeros dibujos y pinturas, cuando no podía evitar dejarme llevar así sin saber que esto se convertiría en mi pasión para toda la vida, recuerdo mi sed por la representación a través de la pintura, dónde la relación con el espacio en el cuadro es una cosa mágica y me dejo llevar por todas las maneras posibles de atrapar una idea sobre la misma superficie… mirar o trabajar estos cuadros es más entretenido que mirar la televisión … es como tratar de atrapar de un modo “fotográfico-sensorial” todo cuanto pasa por mi mente y siento que vale la pena que sea trasmitido... disfrutado, amado, rechazado… De ahí la idea de que estos cuadros estén definitivamente incompletos. Los he catalogado como una serie de piezas infinitas donde pinto encima una y otra vez y no consigo darlos por terminados y donde la pincelada responde a una especie de automatismo visual. Creo que en el fondo son piezas que siempre quiero volver a poseer, me acompañan, me aconsejan, me ayudan a pensar, me avergüenza enseñarlas porque son muy sinceras, extremadamente ingenuas, son el espacio en mi cabeza donde converso conmigo misma sobre todo lo demás, pienso en personas a través de ellas, y en acontecimientos de mi vida, pienso en cosas con diversos niveles de importancia o ninguna, sencillamente me hacen pensar, amar, desear y aferrarme al deseo siempre de volver a pintar…