Pienso...
... ... en los puntos neurálgicos de la sensibilidad que ubican el sentido del arte más allá de la comunicación. Pienso en la superposición de varias ideas que se combinan en un mismo resultado sensorial, a través de diversos géneros, medios, temas, lenguajes estéticos, momentos en la historia del arte… Pienso en los distintos niveles de incidencia de un enunciado, de un individuo a otro, o de un momento a otro del mismo individuo, mediado por su propio tiempo y entorno perceptual cambiante.
Pienso en el arte como la necesidad de fijar la mutabilidad de unas relaciones entre los conceptos, los procesos, las prácticas, los gustos, los deseos… La necesidad de ordenar o fijar la transitoriedad de las relaciones entre elementos aleatorios, que son o representan una realidad también cambiante, y que es como una escritura cuyas ideas resultasen infinitamente intercambiables, negando los propios límites del espacio/tiempo racional como sostén para todas las posibles combinaciones de signos.
La razón de mi trabajo es intentar captar un fragmento de ese caos extensible hasta el infinito como la lógica de los fractales, donde nada prevalece y a la vez todo se sujeta a la esencia, donde unas formas se sustituyen por otras, unos motivos por otros, y en ocasiones no sucede nada.
Pienso en lo intransferible de la experiencia personal. Me interesa cuando pueden surgir articulaciones de sentido comunes a varias sensibilidades, generando instancias-obra, momentos-obra. Cuando coinciden en un lugar y un momento específicos el motivo, los sujetos, la reflexión estética, y verdaderamente acontece una obra de arte.
Sin embargo, en las sociedades contemporáneas estas relaciones en ocasiones se disuelven, dado el desarrollo de los mecanismos de comunicación global, el despliegue de nuevas formas de producción, consumo y circulación del arte, donde se hace notable el tiempo y la velocidad como formas de economía.
Es así como recurro al trabajo con conceptos que han perdido su eficacia como prácticas autónomas, para hallarse en un estado de intersección, y a veces mis obras tienden a subrayar esa condición del arte actual, donde los contextos y los modos de establecer una relación estética están condicionados por un acontecer fluctuante.
La necesidad de fijar las relaciones entre conceptos y sucesos aleatorios, que representan una realidad también cambiante, es la base de mis procesos de creación.
Por: Yeny Casanueva